El jardín puede llegar a albergar una extraordinaria comunidad de especies animales silvestres, algunas de las cuales son valiosas aliadas del jardinero porque contribuyen a combatir plagas y enfermedades, cooperan en la polinización o mejoran las condiciones del suelo. A menudo pensamos en la fauna que habita el jardín como seres indeseables que molestan y dañan nuestras preciadas plantas. Por el contrario, salvo en contadas excepciones, estos animales llevan a cabo una importante labor que deberíamos reconocer antes de aplicar tratamientos fitosanitarios indiscriminados. Conozcamos algunas de las especies beneficiosas más comunes:
Entre la fauna más beneficiosa del jardín se cuentan por su acción polinizadora y control de plagas los pájaros y muchos insectos. • Mariquitas (familia Coccinellidae). Este colorido escarabajo es un voraz depredador de pulgones tanto en estado adulto como en estado de larva. • Abejas, avispas, abejorros. Otros conocidos, y temidos, insectos beneficiosos son estos del orden Hymenoptera. No solo son unos excelentes agentes polinizadores, indispensables para la fecundación de los árboles frutales, sino que además algunas especies de avispas se alimentan en fase larvaria de orugas, entre otros insectos. • Mariposas (orden Lepidoptera). Si bien las orugas de algunas de ellas se alimentan de ciertas plantas de jardín, su incidencia es mínima y se ve compensada por su extraordinaria belleza y capacidad de polinización. • Arañas. También las sigilosas arañas, a pesar del rechazo que provocan, reportan beneficios al depredar toda clase de invertebrados que quedan atrapados en sus telas. • Mantis religiosa. Las creencias populares le atribuyen erróneamente fama de animal venenoso. Sin embargo, este fascinante e inofensivo insecto de color marrón o verde intenso, con una cabeza capaz de girar 180 grados y poderosas patas frontales dotadas de fuertes púas, es un gran depredador de moscas, coleópteros, orugas, grillos, saltamontes e incluso los machos de su propia especie tras la cópula. • Lombrices de tierra (familia Lumbricidae). Son unos excelentes agentes en la descomposición de la materia orgánica y contribuyen además a la aireación del sustrato a través de los túneles que excavan. Ellas fabrican el vermicompost que se utiliza como abono orgánico. Desafortunadamente, son presa de muchos otros habitantes del jardín, como las aves y los erizos, que también se alimentan de otros invertebrados menos deseados. • Aves. Muchas de las especies que frecuentan el jardín, como el petirrojo (Erithacus rubecula) o el mirlo (Turdus merula), además de alegrarnos con su canto y su bello plumaje, son grandes consumidoras de todo tipo de invertebrados, desde gusanos y lombrices hasta mosquitos, pulgones, cochinillas de la humedad e incluso caracoles y babosas. • Erizos (familia Erinaceidae). La dieta de estos animales se compone sobre todo de lombrices de tierra, aunque también incluye gasterópodos (caracoles y babosas), insectos, etcétera. Estos simpáticos mamíferos de costumbres crepusculares y nocturnas pueden resultar víctimas de envenenamiento al ingerir gasterópodos afectados por helicidas. • Anfibios. Otros vertebrados beneficiosos —sensibles también al uso de pesticidas— son los anfibios. Las especies que más fácilmente descubriremos en nuestros jardines son los sapos del género Bufo, el sapo común o escuerzo y el sapo corredor. Pese a la repulsión que provoca a algunas personas su aspecto verrugoso, reportan claros beneficios al alimentarse de coleópteros, polillas, gasterópodos, etcétera. • Lagartijas (familia Lacertidae). Estos conspicuos reptiles depredan insectos y arañas, con especial incidencia en las hormigas, aunque no desdeñan larvas varias, gasterópodos y cochinillas de la humedad. • Culebras. En cuanto a las serpientes, culebras por lo general, pese a los recelos que suscitan, resultan la mejor solución para mantener a raya a los roedores. Numerosas especies de anfibios y reptiles están incluidas en los catálogos de protección autonómicos y nacionales.
Cómo atraer la fauna beneficiosa Existen diversas estrategias para atraer y potenciar la fauna beneficiosa en nuestro jardín o terraza: • Una amplia variedad de plantas reducirá el riesgo de aparición de plagas y favorecerá a los insectos depredadores. Si además producen polen y néctar se conseguirá atraer a los polinizadores. • Varias especies de aves construyen sus nidos en los setos, los cuales ofrecen también refugio a erizos y otros animales. • Los muros y rocallas sirven de cobijo a anfibios y reptiles. • Un estanque libre de productos químicos será idóneo para la reproducción de anfibios, y para aves que acudirán allí a beber y bañarse. • Se pueden instalar en el jardín casitas, bebederos y comederos para atraer a los pájaros. Los encontrarás en tu centro de jardinería.
Fuente: verdeesvida.es