En los meses más duros, fríos y oscuros del año puedes lograr que tu jardín vibre de color, movimiento y algarabía gracias a la visita de petirrojos, camachuelos, herrerillos, pinzones, carboneros, verderones, jilgueros, mirlos... Dándoles comida, cobijo y agua puedes atraerlos y acostumbrarlos a visitarte.
El invierno es una estación muy dura para los pájaros silvestres ya que al frío se añade la escasez de alimento disponible en la Naturaleza. Por tanto, dándoles comida, abrigo y agua conseguirás disfrutar observándolos desde muy cerca, al tiempo que los ayudas a sobrevivir en la época más desfavorable.
Una de las ventajas de acostumbrar a las aves a que frecuenten el jardín o incluso se instalen en él, es que de cara a la posible emergencia de plagas en primavera las atacarán antes, ayudándote así a combatirlas.
¿Qué pájaros suelen visitar los jardines españoles? Herrerillos, pinzones, carboneros, verderones, jilgueros, lúganos, petirrojos, camachuelos, mirlos... Muchos habitan en la Península durante todo el año, aunque resultan más visibles en los jardines en invierno; otros son aves migratorias y solo nos visitan en estos meses.
Plantas alimenticias
Muchos árboles y arbustos con bayas y semillas constituyen una importante fuente de alimento, pero además les proporcionan protección. Distintas especies de aves satisfacen sus necesidades a distintas alturas, por lo que, en la medida de lo posible, lo ideal es recrear diferentes estratos como sucede en la Naturaleza. A mayor variedad vegetal, mayor diversidad de aves podrás atraer. Además, así no solo disfrutarás de la presencia de estos animales sino también de los coloridos frutos y hojas con que se vestirá tu particular paisaje invernal.
Serbales, madroños, acebos, cotoneaster, rosales que producen escaramujos, pyracanthas, cornejos, viburnos, aligustres, espinos, zarzamoras, arándanos, hiedras, pueden surtirles de alimento. Sin olvidar las semillas de los Sedum spectabile, cardos, gramíneas ornamentales...
Comida complementaria
Para complementar la alimentación de las aves puedes instalar comederos. En los centros de jardinería encontrarás muchos modelos, tamaños y estilos, desde los más clásicos hasta los de diseño más actual. Hay sencillos alimentadores de plataforma que consisten en una bandeja colocada sobre un poste; contenedores colgantes en forma de tubo o de sencilla bolsa de red; cómodos dispensadores automáticos, que resultan accesibles a los pájaros. Asimismo se puede dejar algo de comida en el césped o bajo los arbustos para aquellas aves que prefieren alimentarse en el suelo, como las tórtolas.
Puedes suministrarles desde pan desmenuzado, frutos secos (sin sal) y manzana o naranja, hasta arroz cocido, queso rallado, y sebo. Aunque lo más adecuado es adquirir mezclas de semillas preparadas para tal fin; las mejores son las que contienen granos de diferentes tamaños y comida blanda de alto contenido en grasa, de forma que cada ave tome el alimento que le convenga según la morfología de su pico. Encontrarás estos alimentos en tu centro de jardinería.
También puedes amontonar algo de hojarasca en la que se oculten pequeños invertebrados de los que darán buena cuenta mirlos, chochines y otros insectívoros.
No te olvides del agua
El agua, tanto para beber como para el baño, es algo que agradecen las aves también en invierno. Los recipientes deben tener un interior no resbaladizo. También debes evitar que se forme hielo durante las épocas más frías, pero nunca añadas sal, azúcar o anticongelantes.
El aporte de comida y agua debe realizarse con regularidad a lo largo de todo el invierno. Cara a la próxima primavera, también puedes ofrecerles casitas de anidar.
Fuente: Verdeesvida